Para poder prevenir y actuar ante los conflictos laborales tenemos que saber que existen ciertas circunstancias que pueden actuar como detonantes, despertando el malestar entre los empleados del mismo nivel jerárquico o entre ellos y la dirección.

Uno de los momentos más sensibles se produce ante la existencia de rumores, especialmente en situaciones de crisis en los que la empresa se encuentra en una situación delicada. En estos momentos se puede despertar una competencia feroz entre los empleados para conservar un puesto supuestamente en peligro, llegando a utilizar los rumores como arma.

La comunicación debe estar más abierta que nunca en cualquiera de estos dos casos, ya que es la única manera de poner a los empleados en perspectiva, dejando claro lo que se espera de ellos y cómo evolucionan respecto a sus objetivos individuales. El silencio de la cúpula directiva crearía un entorno nocivo.

Por otro lado, los salarios y la distribución de variables puede ser un foco de conflicto si no está bien planificado y si no se establecen valores justos para los empleados. Igualmente, se deben establecer las normas «del juego» a fin de evitar la competencia destructiva, es decir, aquella que puede empeorar los resultados generales y el buen clima laboral.

La comunicación vuelve a ser básica, ya que todos deben conocer cuál es la política salarial de la empresa, así como los valores que se tienen en cuenta. No hacerlo crea la sensación de no se está reconociendo suficientemente el esfuerzo realizado, aunque este esté siendo menor al esperado para su puesto.

Los cambios de procedimiento también pueden crear conflictos, en ocasiones relacionados con la resistencia al cambio. Hablamos de cambiar la forma de trabajar que se ha estado aplicando, ya que si no se gestiona adecuadamente puede crear un mal ambiente y tensiones, que favorecen la creación de conflictos.

Por último, y aunque existen muchas causas más, se pueden producir fuertes tensiones ante la promoción interna de empleados, ya que si no se han establecido rutas profesionales o si existen varios candidatos que compiten por el puesto, es previsible que aumente la tensión y la competencia. Los problemas pueden seguir incluso una vez hecha la promoción, por lo que debemos estar preparados para encontrarnos algunos problemas en el departamento.

Como vemos, conocer los detonantes es algo esencial para poder actuar, ya que en muchos casos podremos solucionarlos desde la prevención, comunicando y siguiendo procedimientos sencillos.

En BBVA con tu empresa | Cómo detectar a un empleado tóxico, El lenguaje del despido: concreto y objetivo, El arbitraje como sistema de resolución de conflictos
Imagen | Joshjanssen

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *