Nuestro comportamiento se adapta a nuestro entorno y al rol que adoptamos, por lo que somos diferentes como amigos, como compañeros, como conductores o como jefes. Es algo que forma parte de la complejidad del «yo» y que nos lleva a tener dudas sobre si añadir a nuestros empleados a las redes sociales, debido a la posible exposición de la intimidad de ambas partes. Es decir, a la visibilidad de roles que pretendemos alejar del entorno profesional.

No se puede generalizar

A la hora de tratar de responder a la pregunta que encabeza este artículo, tenemos que diferenciar entre los tipos de redes sociales que podemos encontrar. De este modo, no podemos pensar que tiene el mismo impacto añadir a un empleado a nuestro perfil de Facebook, que hacerlo en Linkedin o Twitter.

También hay que aclarar que muchas de estas redes nos permiten limitar el público objetivo de las publicaciones realizadas, mediante la creación de grupos, círculos, etc. No obstante, si esta labor no es realizada por trabajador y empleador, puede existir cierta exposición de alguna de las partes.

Realmente estamos ante un tema delicado y que debe ser meditado individualmente por cada uno, aunque podemos hablar de algunos puntos para la reflexión.

Por un lado, añadir a trabajadores como contactos en una red profesional como Linkedin puede ser positivo, ya que nos permite escribir recomendaciones en sus currículums, compartir contenidos relacionados con el trabajo, etc.

Con esta red social la exposición íntima es mínima si se utiliza adecuadamente, por lo que no debería haber ningún problema. Algo similar ocurre con Twitter, aunque aquí depende del uso que le quiera dar cada uno, ya que si estamos ante perfiles privados, deberíamos respetarlo.

Lo realmente delicado llega cuando hablamos de Facebook, donde un mal control sobre las publicaciones puede incluso acabar en situaciones de despido y en conflictos laborales. Es una red cuyo uso es normalmente más personal.

Personalmente considero que debemos dejar cierto espacio entre nuestra vida profesional y personal, tanto si somos empleados como empleadores. Creo que los jefes no deberían tomar la iniciativa de agregar a sus empleados a las redes sociales, pues de ello se desprende cierto interés por invadir la intimidad y de controlar el perfil de su empleado.

Puede que no sea así, pero cuando tomamos una decisión como esta, tenemos que pensar en lo que piensan los demás, ya que pueden verse comprometidos a aceptar la invitación por no hacer un gesto feo a su superior. Tal y como pasa en el mundo real, la amistad con los empleados es un asunto muy complicado y lo mejor es mantener espacios de intimidad y limitar la exposición de nuestros otros «yo».

En BBVA con tu empresa | Dos publicaciones en Facebook que pueden acabar en despido, ¿Es rentable para la empresa comprar seguidores en las redes sociales?, ¿Por qué no usan las redes sociales los grandes ejecutivos de las empresas?, Tres redes sociales para profesionales que quizás no conozcas
Imagen | Adrian Serghie

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *