Estructurar una entrevista de trabajo es una buena forma de indagar sobre el perfil de los candidatos, y para ello podemos establecer un cuestionario básico de preguntas orientadas a obtener información concreta y útil.

Antes de introducirlas en la entrevista, es bueno tranquilizar al candidato mediante una pequeña conversación sobre la empresa, que le permita ponerse en situación. Por otro lado, debemos recordar que la entrevista tiene como fin complementar los datos que ya conocemos por el currículum, y confirmar que son reales.

Este documento podemos llevarlo a la entrevista en el formato original en el que se nos entregó (con las anotaciones pertinentes) o bien trasladado a un documento estándar que nos facilite su análisis. Si el empleado nos trae una copia, la recogeremos educadamente y simplemente la situaremos detrás del que tenemos preparado.

Es bueno no dejarlo a disposición del empleado para que no sirva de muletilla para cubrir información falsa que se pudiera haber introducido. Si el candidato se queda con otra copia, observaremos qué uso le da y si se apoya en exceso de él.

Preguntas básicas

Una buena forma de empezar es preguntando por su trayectoria profesional hasta el momento, de forma abierta y dejando que el candidato ordene y estructure la información. Mientras lo hace, comprobaremos los datos con el curriculum y anotaremos aquellos que sean omitidos y/o añadidos.

Cuando termine su exposición, aclararemos con él los motivos de las incoherencias encontradas y las dudas que hayamos anotado en el curriculum con motivo de su análisis previo, siempre que no hayan sido aclaradas ya por el candidato. Nos interesa tanto la seguridad durante la exposición, como al responder a nuestras preguntas.

No trataremos de resultar agresivos y mantendremos una actitud de interés calmado. Al fin y al cabo estamos estudiando y nuestro interlocutor es un libro abierto.

Podremos continuar preguntándole sobre su interés por el puesto ofertado, con una cuestión directa. Aquí podremos hacernos una idea sobre si satisface una necesidad puntual, si es un puesto al que lleva aspirando bastante tiempo, si ofrecemos condiciones que le resultan atractivas, o si la entrevista solo corresponde a algún tipo de compromiso.

Por otro lado, si el candidato está trabajando actualmente para otra empresa, nos interesa conocer las motivaciones de tal cambio y en qué consiste dicha ocupación. Si está desempleado también querremos saber a qué dedica su tiempo, cómo de activo está siendo a la hora de buscar empleo o si está complementando su formación de alguna manera.

Experiencias y expectactivas

Valorada la experiencia laboral hasta el momento de la entrevista, querremos saber qué perspectivas de futuro tiene el candidato y qué espera del puesto que estamos intentando cubrir: «¿Qué espera del puesto?» «¿Se cumplieron sus expectativas ante su último empleo? ¿Por qué?»

Además, el futuro se dibuja por el cambio y es interesante preguntar sobre qué aspectos podría mejorar en el desempeño habitual de su trabajo. Es una pregunta comprometida, pero nos puede ayudar a comprender sus puntos débiles y la forma en que trata de cubrirlos. Si no se reconocen posibilidades de mejora podríamos estar ante un mal rasgo.

Podemos ayudarle con otra pregunta: «¿Cuál ha sido el momento más complicado que ha tenido durante su experiencia laboral?», esto nos ayuda a ponerle en situación y a saber cómo resolvió dicho momento y qué causas tuvo. Esto lo podremos extrapolar a su experiencia futura, descubriendo qué aprendió de la situación.

Pero no solo vamos a preguntar por lo malo, también es bueno indagar sobre sus logros profesionales, permitiendo que nos explique cómo lo hizo y por qué está orgulloso de ello.

Retomando el terreno de la expectativa, podemos preguntar: «¿Dónde se imagina dentro de cuatro años en el terreno laboral?», que nos ayudará a comprender su perspectiva de futuro y su ambición, aunque deberemos complementarlo con otra cuestión: «¿Cómo alcanzarás dicho objetivo?».

Por último, no podemos obviar preguntas concretas sobre el puesto a cubrir: «¿Qué crees que puedes aportar a la empresa y/o al puesto?», «¿Qué cree que le puede resultar más difícil del puesto?

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