Durante los años previos a la explosión de la burbuja inmobiliaria se puso en boga lasuscripción de hipotecas multidivisas para lograr beneficiarse de unos tipos de interés más bajos en aquellas fechas. Esto supone suscribir hipotecas en monedas distintas al euro lo cual las vincula a las condiciones económicas del país al que pertenecen dichas divisas.

Japón y Bélgica fueron para muchos la apuesta elegida de modo que la situación vivida en el país nipón tras el terremoto, tsunami y fugas radiactivas colocan a los suscriptores en una situación de incertidumbre al ver los grandes bandazos que ha dado el yen (muy volátil en las primeras fechas de la catástrofe), si bien parece que poco a poco se va estabilizando su comportamiento. ¿Como evolucionará este riesgo?

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