La valoración del personal puede entenderse como un hecho subjetivo mediante el cual nos hacemos una idea sobre los trabajadores. Esto influye indirectamente en la confianza y desarrollo profesional de los empleados en forma de refuerzo positivo o negativo. Es, generalmente, un proceso automático que se realiza sin la necesidad de una base empírica pues se basa en gran parte en la expectativa.

El intento por objetivar esta valoración mediante pruebas parametrizadas es una forma de luchar contra la valoración subjetiva no probada, que resulta injusta con todas las partes, pero la realidad es que ni está carente de errores ni es capaz de anular el efecto Halo.

Leer más

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *