Los currículums vitae que llegan a las empresas representan una primera toma de contacto óptima, pero la inexistencia de un formato unificado favorece que se omita información de interés, a la vez que complica la aplicación de metodologías e incluso la organización de la información. Por ello, contamos con la posibilidad de diseñar un formulario de solicitud de empleo

Los candidatos preseleccionados pueden ser instados a rellenar estas fichas, pero realmente hablamos de un formulario que debería facilitarse desde las primeras fases de la selección. Es decir, puede ser un requisito para presentar una candidatura, debido a los beneficios de su aplicación.

Nos ayudará a planificar la entrevista personal, o a valorar a los candidatos mediante un documento ordenado y adaptado que se puede introducir en bases de datos fácilmente, pero además podrá formar parte del expediente del futuro seleccionado. Con un curriculum tradicional, este proceso se ralentiza y nos puede obligar a solicitar datos “a cuentagotas” al descubrir vacíos.

Las claves

La confección del formulario de solicitud de empleo debería partir de la utilización de un lenguaje fácil de comprender, primando la eficacia del sistema por encima de otras consideraciones. La sencillez de la “preguntas” es tan importante como el orden de las mismas, ya que deben seguir una lógica y ser coherente respecto al puesto a cubrir.

Todos los datos recogidos nos deben ayudar a evitar crear una entrevista en torno a la información que ya tenemos, de modo que podamos centrarnos en otros aspectos o en profundizar en algunos puntos relevantes.

El cuestionario debe tener la longitud mínima necesaria, por lo que tendremos que medir muy bien los puntos a tratar. Debemos preguntarnos ¿esta información en necesaria para determinar la validez del candidato? ¿es necesaria para excluirlo del proceso?

Para ello, deberemos basarnos en un análisis de los puestos de trabajo a cubrir y en sus necesidades. Queremos que los datos nos ayuden a visualizar el rendimiento futuro de la persona, pero debemos saber que algunas preguntas solo podrán ser resueltas en la entrevista. Es decir, no debemos crear un formulario demasiado profundo.

Por otro lado, hay que considerar que algunos candidatos omitirán o incluso “mentirán” respecto a ciertos datos para poder defenderse en una entrevista personal, por lo que tampoco suele ser productivo entrar en cuestiones demasiado comprometidas.

En algunos casos se introduce un espacio en blanco junto a las preguntas para que el candidato pueda completar su información, pero es un recurso del que no debemos abusar, pues esta información puede no ser relevante y complicar la labor de análisis. Lo que no podemos olvidar es de introducir una cláusula de confidencialidad respecto al tratamiento que se le dará a esta información.


Germán Udiz

Grudiz (Germán Udiz) es divulgador, analista y máster en gestión de RRHH, ADE, Bachelor in Business Administration. Actualmente Administrador de Visión Veterinaria. Autor de "La historia de nuestra EGOnomía", "Manual de Dirección Comercial y Marketing" y "Aprendiendo bolsa desde cero"

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