Las órdenes On-Stop son de tipo chartista. Esto significa que se basa en la teoría de que el valor de una acción se dispara al romper su “resistencia” al alza o que se hunde al romper el “soporte” a la baja.

Por esta naturaleza se tratan de órdenes destinadas a intentar limitar el riesgo que queremos asumir con nuestras inversiones y lanzar compras o ventas automáticas sujetas a ciertos límites.

Con el anterior sistema de contratación, el CATS, se podían introducir estas órdenes directamente en el sistema y se ejecutaban cuando se cumplían las condiciones estipuladas, pero con la entrada del SIBE ya no es posible aunque permanece como un servicio que ofrecen la mayoría de Brokers, que son los encargados de introducir las ordenes en el sistema cuando es oportuno.

¿Cómo funcionan?

Para entender este tipo de órdenes podemos imaginar una acción que actualmente tenga un valor de 30 euros. Nosotros con el broker estimamos que existe una resistencia al alza que impide que este valor supere con facilidad los 32 euros y marcamos en ese importe una orden de comprar cuando se iguale o supere dicho valor (es recomendable que se ejecute cuando el valor supere la resistencia).

Cuando la acción crece por encima de los 32 euros se lanza la orden y se compra. Se estima que al romper una resistencia el valor seguirá aumentando por lo que sería una buena inversión.

Si nos anticipásemos a los límites al alza, es decir, si invirtiéramos cuando la acción está en 31 euros corremos el riesgo de que no se rompa la resistencia e incluso que el valor disminuya al no superarla, por lo que las órdenes siempre se lanzan al igualar o superar el valor marcado como resistencia. En este ejemplo se ejecutaría siempre y cuando se superasen los 32 euros.

Por otro lado, si marcásemos una limitación para la venta habríamos previsto un valor mínimo bajo el cual correríamos un gran riesgo de que la cotización se desplome. A esta condición se le llama Stop-loss.

Por ejemplo, si marcamos un límite de 20 euros se ejecutaría la venta ante valores iguales o inferiores a dicha cantidad. La limitación de riesgo es evidente ya que venderíamos antes de que el valor caiga demasiado.

Estos límites, o precios de disparo, se pueden establecer de una manera estática o dinámica. El ejemplo que acabamos de leer podría ser un stop estático pues los límites no se han recalculado al superar las resistencias y soportes.

Para hablar de un Stop dinámico tendrían que contemplarse una actualización diaria de los límites según aumente o disminuya el valor cotizado. En la práctica puede suponer dar la orden de que se siga comprando mientras el valor aumente a buen ritmo.

Asociar y combinar

Estas órdenes también pueden asociarse a otras. Por ejemplo, si ordenamos vender unos títulos podemos vincular una orden de compra on-stop para volver a invertir en ellos cuando se rompa la resistencia del valor.

También podemos realizar órdenes combinadas. Esto significa que teniendo acciones en un valor podemos crear dos órdenes a la vez, una de comprar si supera la resistencia y otra para vender si rompe el soporte. En cuanto una de las dos ordenes se produzca se anularía la otra. Esto se realiza cuando desconocemos la evolución del valor y queremos disminuir el riesgo.

El funcionamiento de estar órdenes puede variar según nuestro broker (que puede ser perfectamente nuestra caja o banco) por lo que resulta interesante estudiar los manuales que suelen poner en internet estas entidades para saber cómo configurarlo en el sistema.

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