El sentido del humor y la forma de expresarlo son propiedades culturales de la sociedad en la que se desarrolla una empresa pero dentro de ella nos regimos por subculturas distintas.
Los negocios son serios, eso lo sabemos. Pero esto no quita que las empresas pueden utilizar el humor y la sonrisa como valor motivador e incluso como diferenciador de cara al cliente.
La aplicación adecuada del humor al entorno laboral se basa principalmente en su gestión, según mi parecer. ¿Cómo se gestiona el humor? Veamos, se suele entender “humor” como una buena disposición a hacer cosas y un estado afectivo espontáneo que puede tener efectos positivos o negativos a partes iguales. Crear estas condiciones forzosamente es prácticamente imposible pero gestionarlas no tanto.