Cuando nos referimos a “la bolsa” debemos tener en cuenta que estamos nombrando tres conceptos y no solo uno. Estamos hablando de un producto financiero que canaliza nuestros ahorros, que financia a las empresas y que predice situaciones del mercado.
Un concepto tan amplio no se rige por conceptos claramente visibles pero se canaliza, en España, por la ley 24/1988 del Mercado de Valores o similares en otros países del mundo. Aunque normalmente escuchamos hablar de “la bolsa” no debemos confundirnos. Existenmuchas bolsas y cada una se rige por normas distintas. Para entender la razón imaginemos dos mercados de frutas.
¿Por qué comprarías en uno o en otro? Si los encargados de un mercado no filtraran las manzanas que exponen en los estantes podrían terminar sin compradores al no disponer de una oferta atractiva o por ser peor que la del mercado de al lado. Nuestra elección se basa en la garantía de calidad que nos proporciona el mercado. ¿Dónde es mejor la fruta? Depende de nuestra concepción de calidad, así de sencillo.
Esto funciona de una manera similar: Las bolsas controlan qué compañías pueden entrar y ponen sus propios requisitos para que la inversión sea más atractivas para los inversores. En definitiva podemos definir la bolsa como un conjunto de mercados.
El renombre que se gane la bolsa donde se encuentre el producto que deseemos será una garantía básica pero cuando compramos una acción estamos adquiriendo una pequeña porción de una sociedad y el valor de mercado de la misma dependerá de los devenires de la compañía.
Para una empresa el simple hecho de tener acceso al mercado de valores le brindará la posibilidad de financiarse, eso si, a cambio de informar a la CNMV de los resultados contables trimestrales e informar sobre cualquier concepto que afecte a la economía de la sociedad, además de tener las cuentas auditadas. Nosotros, por otro lado, tendremos la posibilidad de canalizar nuestros ahorros en dichos productos.
Una empresa generalmente pone a la venta acciones para aumentar su patrimonio propio (aunque hay casos concretos donde no se altera la composición patrimonial) y una vez que son compradas por un accionista ya han logrado su objetivo. El resto es cosa nuestra pues desde ese momento el dinero simplemente pasa de mano a mano, de ahí que se suela comparar el mercado de valores con un intercambio de cromos.
Las ventas posteriores y el precio de mercado no afecta a sus intereses (salvo casos de autocartera, etc…) sino a los nuestros. El mercado de la bolsa se basa por tanto en laespeculación sobre el rendimiento que podremos sacar de la acción y sobre la repartición de dividendos futuros siempre y cuando la empresa lo haga. Por otro lado supone una representación más o menos fiel de la valoración que se realiza sobre las compañías.
Las empresas lo que quieren es financiarse, lo cual no sería posible si no fuera atractivo para nosotros entrar en el “juego”. Por ello se premia nuestra inversión valorando el riesgo que corremos con rentabilidad y un mercado ágil. Ahí está la razón de ser de la bolsa: si no fuera rentable invertir nadie lo haría y las empresas no podrían financiarse de esta manera.
En bolsa es prácticamente imposible predecir el futuro, lo cual sería terrible para el funcionamiento normal de este sistema, y nuestro esfuerzo irá encaminado a determinar si el valor por acción es caro o barato e intentaremos comprar cuando esté barato y vender cuando esté caro según nuestros estudios. Así de sencillo y así de complicado. Iremos profundizando en estos conceptos pero hoy no es nuestro objetivo llegar a este punto.