Todos los métodos conocidos dedicados a hacer pronósticos utilizan datos del pasado en sus cálculos como hace el análisis técnico . Aún así suele surgir la duda sobre si los precios pasados realmente pueden ayudarnos a la hora de predecir el precio futuro y si es un criterio fiable para invertir en bolsa.
Siendo una de las críticas más habituales a este tipo de análisis bursátiles, muchos se plantean si realmente no existen otros datos que nos puedan servir para adelantarnos al futuro como plantea la teoría “Random Walk”.
Pensemos en los medios de pronóstico que conocemos como la estimación de ventas o las predicciones climatológicas. Todas se basan en mayor o menor medida en un estudio de series temporales pasadas.
Esto es así porque la única información fiable que tenemos para predecir el futuro es el pasado. No existen datos más fiables que aquellos que ya se han registrado. El problema de esto es la imposibilidad de asegurar su evolución futura.
Al utilizar la estadística descriptiva con la bolsa transformamos los datos del pasado en gráficas que son interpretadas y convertidas en lo que se denomina estadística inductiva. De esta última transformación obtenemos las extrapolaciones y deducciones que podemos hacer sobre el futuro. Sobre esto se fundamenta el análisis técnico, que no se trata de un simple análisis de datos inmutables sino que añade cierto grado de manipulación por parte de los técnicos.
Por tanto podemos criticar el análisis estadístico inductivo, que es un constructor menos fiable, pero la base estadística, mostrada de forma descriptiva (los gráficos), es indudable. Por otro lado todos los métodos de pronóstico realizan la generalización y extrapolación de datos por lo que si se duda de la fiabilidad del análisis técnico también tenemos que hacerlo sobre el resto.
Ningún método basado en estadística inductiva es totalmente perfecta aunque nos puede ayudar a realizar pronósticos.
Los estudiosos que desconfían del valor predictivo de los datos pasados suelen decir que los precios son independientes y no suponen un indicador fiable sobre la evolución de los mismos.
Esta afirmación habla de un mercado aleatorio e impredecible pero no termina de explicar la evolución gráfica, llevada claramente por tendencias como estableció Dow. Si los datos fueran realmente independientes tendríamos unos gráficos de cotizaciones muy dispersos.
Se dice que esta distribución aleatoria estaría construida sobre un factor intrínseco desconocido. Yo creo que ese factor es la mente del inversor y este se guía por tendencias, miedos y expectativas. Por tanto la teoría de datos aleatorios no me parece realista aunque existen constantes intentos por buscar métodos alternativos como la teoría de juegos que pueden tener su validez aunque es complicado aplicarlo a la bolsa.
De hecho, los valores se moverían de forma aleatoria si elimináramos el factor humano del mercado bursátil. Las cotizaciones no siguen un paseo aleatorio aunque nadie duda que existe cierto grado de aleatoriedad como en otros campos.
En definitiva podemos concluir que aunque el análisis estadístico inductivo no está falto de errores, la utilización de una base estadística con datos pasados expresados de forma descriptiva es más correcto que una visión aleatoria del mercado, lo cual impediría la existencia de cualquier tipo de herramienta predictiva.